Durante diez años, AWD y nuestro cliente estratégico en México han avanzado codo con codo, unidos por la convicción de que el verdadero éxito es recíproco. Lo que comenzó como un solo analizador de aceite se ha expandido a una flota nacional de docenas de unidades integradas en los laboratorios y la red de servicio del cliente, transformando una orden de compra inicial en un referente de la industria para una colaboración duradera.
El compromiso de priorizar lo local elimina las preocupaciones de última milla
Antes del primer envío, AWD precalibró cada unidad según las normas ASTM, lanzó software en inglés, grabó videos de capacitación y abrió un canal de posventa dedicado que responde en 24 horas. Este paquete de hardware y servicio permitió al cliente replicar la solución en otras plantas sin dudarlo y sentó las bases para los pedidos posteriores.
Operación confiable, valor cuantificable
Los analizadores AWD instalados ya han registrado más de 10 000 horas de funcionamiento en los laboratorios del cliente, lo que ayuda a los usuarios finales a evitar reemplazos prematuros de componentes y tiempos de inactividad no planificados: una prueba clara y medible de la confiabilidad del instrumento.
Mejora continua a través del diálogo bidireccional
Los intercambios técnicos frecuentes y un circuito de retroalimentación conjunto garantizan que los conocimientos adquiridos en el ambiente cálido y húmedo del Golfo de México se traduzcan en actualizaciones de hardware y software que beneficien a los usuarios de todo el mundo.
Responsabilidad ambiental compartida
Al extender los intervalos de cambio de aceite, el cliente ha reducido la disposición de aceite usado y las emisiones de CO₂ vinculadas a la producción de petróleo nuevo, contribuyendo así a los objetivos de energía sustentable de México.
Mirando hacia el futuro
El socio mexicano ya reservó el primer lote de analizadores de última generación, reafirmando una verdad de diez años: cuando la confianza, la tecnología y el trabajo en equipo se cruzan, el resultado es una transformación, no una mera transacción.
Gracias por una década de excelencia. Juntos demostramos que el desempeño excepcional no es algo que ocurre una sola vez, sino un hábito que se practica a diario, un análisis a la vez.